Residencia en Italia

Italia es un país muy conocido por su impresionante historia, arquitectura y artes en general; por su exquisita comida, su gran clima mediterráneo, su futbol, sus modas, sus diseños, y su manera de vivir «La dolce vita». En resumen, es un destino ideal para vacacionar y uno de los mejores países para fijar una nueva residencia.

Además, desde que Italia estableció nuevos regímenes impositivo y de visado para las familias extranjeras acaudaladas deseosas de vivir en Italia, el país se convirtió en una jurisdicción muy interesante para una reubicación permanente.

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Historia de Italia

La historia de Italia es particularmente impresionante y no sólo abarca toda la historia de la civilización occidental, sino que comenzó mucho antes del Imperio Romano, periodo que tendría una influencia perdurable en gran parte de Europa. La Italia moderna se remonta al Reino de Italia, que fue fundado el 17 de marzo de 1861, cuando el rey Víctor Manuel II de Cerdeña fue proclamado rey de Italia.

El 2 de junio de 1946, poco después de terminar la Segunda Guerra Mundial, Italia se convirtió en república gracias a un referendo público*. Hoy en día, Italia cuenta con más de sesenta millones de habitantes y, en términos de tamaño, es una de las más grandes naciones europeas.

La larga y rica historia de Italia ha ejercido una influencia considerable en muchas otras naciones, en particular porque todas las lenguas romances provienen del latín; además del alfabeto latino, la Iglesia Católica, la contabilidad moderna, un completo sistema legal codificado y la época del Renacimiento que son parte del legado cultural italiano.

*Fuente: https://www.britannica.com/place/Italy/

El gobierno y la economía de Italia

Italia es una democracia parlamentaria y el nombre oficial del país es la República Italiana. El parlamento italiano se compone de dos cámaras, la Cámara de Diputados y el Senado de la República. Ambos tienen su sede en Roma, la capital de Italia. El jefe del Estado italiano es el Presidente. La presidencia tiene un mandato de siete años y la determina el Parlamento italiano en sesión conjunta.

El Primer Ministro es el jefe de gobierno y es quien dirige al Consejo de Ministros. El Primer Ministro y el gabinete son nombrados por el Presidente, pero para entrar en funciones, el gabinete debe ser aprobado por voto de confianza del Parlamento*.

Italia es uno de los países fundadores de la Comunidad Europea, ahora Unión Europea (UE), y del G7. También es miembro con plenos derechos de la OTAN y de la OCDE. Italia forma parte del espacio Schengen y su moneda es el euro. El italiano es el único idioma oficial de Italia.

Italia tiene una de las economías más grandes del mundo. Su economía es mixta y sus sectores más importantes son el industrial, los bienes de lujo, el comercio y la agricultura, en la que destaca su producción de vinos. El turismo también tiene un papel importante en la economía italiana. La historia y la cultura italianas son las razones principales para ello, ya que el país cuenta con más de 50 sitios declarados como patrimonio mundial por la UNESCO. Las pequeñas y medianas empresas juegan un papel importante en la economía italiana. La economía de la parte norte de Italia es mucho más fuerte que la economía del sur del país. Esto se refleja en sus contribuciones al PIB italiano y en el nivel de desempleo de dichas partes del país.

El índice de deuda del gobierno de Italia es relativamente alto comparado con otros países. Por lo tanto, Italia tiene en promedio una calificación crediticia de BBB.

*Fuente: https://www.britannica.com/place/Italy/The-legislature

Impuestos en Italia

El sistema impositivo italiano es muy similar al de la mayoría de los países de la UE. Grava los ingresos globales de sus residentes con un impuesto progresivo sobre la renta.

  • Impuesto al ingreso total del contribuyente: las familias que deciden cambiar de residencia a Italia y que optan por no ser gravadas como contribuyentes italianos no domiciliados (ver más adelante), están sujetas a impuestos sobre sus ingresos globales y ganancias de capital. Todos los ingresos tienen que ser declarados a las autoridades fiscales italianas, ya sean ingresos por actividades o inversiones personales dependientes o independientes.Se aplican tasas progresivas en relación con el tipo de ingreso recibido. La tasa estándar oscila entre el 23% y el 43%, y la tasa más alta se aplica a cualquier ingreso que exceda un monto de 75,000 euros. El impuesto a la renta adeudado se incrementa con un recargo regional de 1.23% a 3.33%. También pueden aplicar recargos municipales de hasta 0.9%.La mayoría de los tipos de ingresos por inversiones, intereses, dividendos y ganancias de capital se gravan a una tasa especial del 26%. Se aplica una tasa del 12.5% a los intereses pagados por los bonos del gobierno italiano y los bonos de los gobiernos de los países en la lista blanca.
  • Impuesto sobre el patrimonio: Italia no grava un impuesto neto sobre el patrimonio, sino que aplica un impuesto del 0.2% anual a los activos financieros mantenidos en el extranjero (este impuesto no se aplica a las pólizas de seguro de vida extranjeras).
  • Impuesto a la herencia e impuesto sobre donaciones: Italia grava tanto el impuesto sobre donaciones como el impuesto a la herencia sobre una base global. La tasa de impuestos aplicable va del 0% al 8%, dependiendo de la relación de las partes entre sí y del monto involucrado. Para el cónyuge, descendientes y ascendientes directos, se aplica una cantidad exenta de impuestos de un millón de euros por persona y, para ese grupo, la tasa del impuesto aplicable sobre el resto del monto gravable es del 4%. El impuesto a la herencia no se aplica a las pólizas de seguro de vida extranjeras.
  • IVA: Italia aplica el impuesto al valor agregado (IVA). El tipo general del IVA es del 22%. Se aplican tarifas reducidas de 4%, 5% y 10% a ciertos bienes y servicios. Existe una pequeña cantidad de servicios completamente exentos de IVA, por ejemplo, los servicios médicos y ciertas operaciones financieras.
  • Impuesto de salida: cuando uno decide salir de Italia y emigrar a otro país, Italia no impone un impuesto de salida.

Fuente: Oficina Internacional de Documentación Fiscal. Actualización más reciente: septiembre de 2019.

Trato fiscal especial para los extranjeros que se reubican en Italia

En 2017, Italia estableció un régimen fiscal especial para los extranjeros adinerados que deseen establecer su residencia fiscal en Italia. Los ciudadanos italianos acaudalados que actualmente viven fuera de Italia y que desean reubicarse de nuevo en el país pueden optar también, en ciertas condiciones, por este régimen fiscal especial. Este régimen también es conocido como el régimen fiscal italiano no domiciliado.

¿Quiénes tienen derecho?

Tienen derecho a solicitar el régimen tributario especial:

  • Los ciudadanos no italianos que nunca hayan sido residentes fiscales de Italia.
  • Los ciudadanos italianos y no italianos que no hayan sido residentes fiscales de Italia por lo menos en nueve de los diez años anteriores.

Las personas que se hayan mudado a Italia y cumplan con los criterios anteriores pueden presentar una solicitud de trato fiscal especial a las autoridades. Se puede solicitar a las autoridades tributarias italianas que emitan una resolución vinculante de impuesto anticipado junto con su decisión (esto no es obligatorio, pero sí recomendable). Dicho fallo puede ser solicitado antes de radicar de hecho en Italia. El fallo es válido por 15 años, lo que permite al solicitante permanecer en el país por 15 años con el régimen fiscal italiano especial que le corresponda.

Las personas que tengan la intención de cambiar de residencia a Italia y que reúnan las condiciones para hacerlo, no están obligadas a solicitar el régimen fiscal especial no domiciliado, y pueden optar por pagar impuestos sobre su patrimonio e ingresos mundiales con el régimen fiscal normal (descrito anteriormente en este capítulo de Impuestos en Italia).

Impuesto sobre la renta en Italia

Las obligaciones tributarias de la persona que se haya reubicado en Italia y que solicite el régimen tributario especial, se fijarán en 100,000 euros anuales (impuesto sustitutivo), independientemente de sus ingresos reales en el extranjero. Esto significa que los ingresos extranjeros como dividendos, intereses, ingresos sobre bienes inmuebles y empleo, no serán gravados en Italia de ninguna manera, ni siquiera al momento de ser remitidos a este país.

Sin embargo, los ingresos como:

  • todos los ingresos basados en Italia, incluidos los ingresos por inversiones en el país;
  • y las ganancias de capital por las «tenencias que califiquen» (en cualquier jurisdicción) realizadas en los primeros cinco años de residencia fiscal italiana,

estarán sujetas a impuestos en Italia —aplicando todas las normas impositivas nacionales— además del monto anual del impuesto a pagar ya mencionado de 100,000 euros. Lo que hace destacar a este régimen fiscal especial es la posibilidad de solicitar que los ingresos provenientes de ciertos países sean excluidos del alcance del régimen fiscal especial italiano. Como resultado, estos ingresos se gravarán directamente en Italia y se aplicarán las disposiciones del tratado correspondiente de doble imposición.

❝ El régimen fiscal especial italiano es muy atractivo para los extranjeros acaudalados ❞

El impuesto italiano sobre el patrimonio del 0.2% anual, aplicable a los activos financieros en el extranjero, no se aplica a los residentes sujetos al régimen fiscal especial italiano. Los extranjeros que utilizan el régimen fiscal italiano no domiciliado están exentos de una serie de obligaciones impositivas; y tampoco son aplicables a ellos las reglas para compañías extranjeras controladas en Italia (CFC).

Por cada miembro de la familia (cónyuge; hijos y sus parientes políticos; padres y sus parientes políticos; hermanos) que también cambien de residencia a Italia, se deberá pagar un monto fijo adicional de 25,000 euros de impuesto a la renta sustitutivo para que puedan disfrutar también del régimen tributario especial.

Impuestos sobre herencias y donaciones

Los impuestos italianos sobre donaciones y sobre la herencia solamente aplicarán a los activos ubicados en Italia. Cualquier activo en el extranjero estará fuera del alcance del impuesto italiano sobre donaciones y sobre la herencia.

Diferencia entre los ciudadanos de la UE y los ciudadanos no comunitarios

Tanto los ciudadanos de la UE —incluidos el Espacio Económico Europeo y Suiza— como los no comunitarios que deseen mudarse a Italia, pueden beneficiarse del régimen fiscal especial de este país. En el caso de los ciudadanos no comunitarios, primero se debe obtener una visa de inversionista. Mayor información sobre la visa de inversionista italiano más adelante.

Beneficios de vivir en Italia

Italia es un país muy grande que ofrece muchas posibilidades para las familias que quieren radicar en el país. Pueden vivir en el norte, rodeadas de la impresionante naturaleza de los Alpes italianos; en la soleada costa del Mediterráneo o del mar Adriático; en Sicilia o en el palpitante corazón de Roma, con una población de más de 4 millones de personas y su impresionante patrimonio cultural. La parte norte de Italia, con excepción de los Alpes italianos, está mucho más densamente poblada que la parte sur de Italia, con excepción de Roma y del área de Nápoles.

Debido a su ubicación geográfica y a su tamaño, Italia tiene climas muy diversos, siendo los continentales y mediterráneos los principales tipos de clima. Los inviernos en los Alpes pueden ser muy fríos; y los veranos pueden ser relativamente calurosos en el sur y el centro de Italia, aunque no precisamente en sus costas.

Las conexiones con otros países están muy bien organizadas. Se puede llegar a Italia por tierra desde Francia, Suiza, Austria y Eslovenia. Y el país tiene conexiones marítimas con Croacia, Montenegro, Albania, Grecia y Francia. Italia también tiene muchos aeropuertos; los principales se ubican en Roma, Milán y en Nápoles donde está el más grande de ellos; y ofrecen la mayoría de las conexiones aéreas internacionales.

El sistema escolar italiano es dirigido principalmente por el estado y la educación pública es gratuita hasta que los niños llegan a los diecisiete años de edad. Las clases son impartidas en italiano, el idioma oficial. Existen algunas escuelas privadas para extranjeros. Las ciudades italianas más grandes también cuentan con universidades locales.

Los bienes raíces en Italia están disponibles en todos los tamaños, calidades y precios. Desde una antigua bodega toscana hasta hermosos apartamentos en el centro de Roma, todo es posible y todo está disponible. Los precios dependen mucho del tamaño, la calidad y la antigüedad del inmueble. Como se trata de un país grande, los precios pueden cambiar mucho de un lugar a otro.

Los servicios médicos y de salud en Italia son tanto privados como públicos. En las áreas más remotas, el acceso directo a una atención médica privada es más difícil. Italia, en definitiva, ofrece una gran calidad de vida, lo que se refleja en una de las esperanzas de vida más largas del mundo. La cultura italiana atrae a visitantes de todos los rincones del planeta. En Italia existe una gran abundancia cultural, arquitectónica y de las artes visuales; literaria, teatral, cinematográfica, musical y de modas y diseños, para ser admirada y disfrutada. El deporte nacional italiano es el futbol soccer, que supera por mucho al resto de los deportes más populares, como el tenis, el ciclismo, el automovilismo y el esquí.

Visas y permisos de residencia

Si está interesado en cambiar de residencia a Italia, se recomienda primero visitar el país. Los ciudadanos de la UE, del Espacio Económico Europeo (EEE) y de Suiza no necesitan una visa para entrar a Italia. Es recomendable, sin embargo, traer consigo un pasaporte u otro documento de viaje válido.

❝ Italia ofrece a los ciudadanos que no pertenecen a la UE un programa de visado no demasiado exigente para inversionistas ❞

Para los ciudadanos que no pertenecen a la UE, se necesita un documento de viaje válido para visitar Italia y, en la mayoría de los casos, también un visado para Schengen. El visado para el espacio Schengen debe ser válido para toda la estancia en Italia y también le permitirá visitar otros países del Schengen). El titular de la visa Schengen necesita tener los medios económicos para pagar su estancia y viaje de regreso, y estar cubierto por una póliza de salud válida para todo el viaje.

Si cuentan con una visa Schengen, los visitantes pueden permanecer en el espacio Schengen por un máximo de 90 días en un período de seis meses. Las personas que deseen permanecer más tiempo deben solicitar un permiso de residencia. Para poder obtener empleo, aunque sea por un lapso menor a 90 días, es obligatorio tener un permiso de residencia.

Cómo convertirse en un residente italiano

Ciudadanos de la UE, del EEE y de Suiza

Los ciudadanos acaudalados de las jurisdicciones de la UE, EEE y Suiza no necesitan un permiso de inmigración para residir en Italia. No obstante, una vez radicados en Italia, deben observar varios lineamientos para establecerse legalmente en Italia. Tendrán que registrarse con las autoridades fiscales italianas para obtener su número de registro fiscal y deberán registrarse en la municipalidad local. Cada miembro de la familia debe seguir el mismo procedimiento.

Ciudadanos no comunitarios

Desde 2017, Italia ofrece un programa de visas para inversionistas que sean ciudadanos no comunitarios. Este programa simplifica relativamente obtener la residencia italiana a los ciudadanos adinerados no pertenecientes a la UE.

El programa de visado para inversionistas que no sean ciudadanos de la UE

Las familias adineradas no pertenecientes a la UE que deseen mudarse a Italia pueden solicitar un permiso de residencia en Italia para inversionistas. Dicha solicitud debe ser enviada y aprobada antes de mudarse a Italia.

Condiciones para solicitar una visa de inversionista en Italia

Sus inversiones puede hacerlas en una de las siguientes maneras:

  1. Invertir al menos 2,000,000 de euros en bonos del gobierno italiano. Estos bonos del gobierno deben conservarse por lo menos dos años.
  2. Invertir por lo menos 500,000 de euros en una empresa italiana; o bien, 250,000 euros en una empresa emergente «innovadora», que esté registrada en una sección especial de la Cámara de Comercio Italiana. Esta inversión debe mantenerse por lo menos dos años.
  3. O bien, el inversionista debe hacer una donación filantrópica de por lo menos 1,000,000 de euros para apoyar un proyecto ubicado en Italia en el campo educativo, cultural, de investigación científica, etc.

Fuente: https://investorvisa.mise.gov.it

El procedimiento

Para solicitar y obtener la visa de inversionista en Italia, el inversionista extranjero debe:

  1. Demostrar que es el titular efectivo de los montos financieros mencionados. El dinero debe estar a disposición del inversionista y estar listo para ser transferido a Italia. Una autocertificación será suficiente para este propósito. Los fondos deben haberse obtenido legalmente.
  2. Presentar una declaración escrita en la que confirme su intención de realizar la inversión o donación en los tres meses siguientes a su mudanza a Italia.
  3. Demostrar que tendrá los suficientes ingresos —más de 8,500 euros— para no caer dentro de la exención a contribuciones obligatorias para la asistencia sanitaria.

Con la solicitud deben presentarse al menos los siguientes documentos:

  • una copia certificada de su pasaporte, que debe ser válido por más de dos años y tres meses;
  • y una descripción de la inversión o donación efectiva.

Si se le concede un permiso de residencia temporal —la visa de inversionista—, será emitido por dos años y con posibilidades de renovación de tres años más. Sus parientes pueden solicitar un permiso de residencia temporal por motivos familiares.

Después de cinco años de residir legalmente en Italia, los ciudadanos no comunitarios tienen derecho a solicitar la condición de residente de larga duración en Italia.

Ciudadanía italiana

No existe un procedimiento corto o fácil para obtener la ciudadanía italiana. Tampoco existe un programa específico para obtener la ciudadanía.

Dependiendo de la ciudadanía que tenga, un extranjero que haya obtenido la residencia en Italia puede solicitar la ciudadanía si ha vivido en el país por lo menos cuatro años, si es ciudadano de la UE; y diez años, si no es ciudadano de la UE.

Para solicitar la ciudadanía italiana debe presentar, entre otras cosas:

  • una copia de su pasaporte
  • una copia de su certificado de nacimiento
  • su historial de residencia legal en Italia
  • declaraciones de impuestos de los últimos tres años
  • certificado de no antecedentes penales en Italia y en su país de origen.

Para adquirir la nacionalidad italiana, no es necesario renunciar a la nacionalidad original. Esto permite que los extranjeros que hayan cambiado su residencia a Italia tengan la doble ciudadanía una vez que se haya emitido su pasaporte italiano. La solicitud de ciudadanía italiana puede ser rechazada.

Salir de su país de residencia para emigrar a Italia

Ahora que Italia ha establecido el régimen impositivo no domiciliado y el régimen de visado para inversionistas, se ha convertido en un país realmente atractivo para las familias acaudaladas de los países vecinos y de países fuera de la UE.

Aunque el proceso es relativamente sencillo, siempre se debe tener en cuenta que abandonar su país de residencia actual es, con mucha frecuencia, un desafío mayor al de residir en Italia.

Además, para mudarse a Italia, se necesita considerarlo cuidadosamente y obtener una planificación profesional para evitar enfrentarse a impuestos de salida del país original, por ejemplo, y otros efectos fiscales negativos. También se debe evitar una situación por la que su cambio de residencia fuera del país no sea reconocido legalmente, en particular para efectos fiscales, si en realidad no pasa suficiente tiempo al año en Italia.